La precariedad del migrante
"Las personas somos el problema y a la vez la solución"
Fuente: Elaboración propia
Svetlana Lungo tiene 40 años y es de Moldavia. Lleva más de dos años viviendo en León. Aunque estudió bioquímica en su país, trabaja como niñera. “Me gustaría homologar mis títulos , aunque sé que es difícil. De momento, estudio castellano en ACCEM para que me facilite las cosas”, afirma.
Como ella, muchas personas inmigrantes que llegan a España se encuentran con un gran número de barreras para acceder al mercado laboral. Cuando logran superarlas, alrededor de un 74% se ven obligados a trabajar en empleos con escasa retribución salarial, malas condiciones y desarrollo laboral precario. Una grave segregación social y económica que sufren los inmigrantes pese a su fuerte arraigo. Así se desprende del estudio realizado por Cáritas España y el Instituto Universitario de Estudios sobre Migraciones (IUEM) de la Universidad Pontifica Comillas.
Para luchar contra estas desigualdades, en España, existen distintas ONG´S y asociaciones que promueven la integración socio-laboral del colectivo de inmigrantes y les ofrecen distintos itinerarios para conseguirla. Según Darío Corrales, trabajador social en Accem León: “Uno de los mayores obstáculos que encuentran las personas inmigrantes es la exposición a la discriminación racial o étnica que reduce las posibilidades de encontrar empleo”.
Aunque la labor de estas organizaciones sociales es fundamental para conseguir la integración de las personas inmigrantes, no es suficiente para acabar con las desigualdades. “La sociedad no debe mirar para otro lado, debemos asumir que todos somos parte activa de las consecuencias que estamos generando en la injusticia social”, explica Darío.
Fuente: "Valor compartido"
Otras barreras que padecen las personas inmigrantes para su inserción en el mercado laboral son la situación administrativa (regular o irregular), el idioma, la falta de información, la dificultad para homologar sus títulos, la limitación de la actividad laboral, trabas para el autoempleo, las barreras culturales, el racismo y los prejuicios de nuestra sociedad. A todo esto, se une la recesión económica causada por la pandemia de la COVID-19, que ha aumentado las dificultades para el empleo de las personas inmigrantes.
En mayor o menor medida, todas las personas contribuyen a que existan las desigualdades. Del mismo modo, son las personas las que deben actuar para que desaparezcan. En opinión de Darío: “Las personas somos el problema y a la vez la solución. Nuestros comportamientos y hábitos generan consecuencias tanto en la parte positiva como en la parte negativa.”