El empleo y la desigualdad LGTBI
"En la comunidad vasca hay mucha transfobia interiorizada"
Fuente: Asociación Aldarte
“La sociedad sí tiene contemplado el contenido o las siglas LGTBI, pero bueno, hasta llegar a ese respeto y justicia social que Aldarte trabaja… Se ha hecho mucho trabajo positivo, en la consecución de derechos y de leyes, pero hay veces que por mucha ley que haya, si la sociedad no respalda, cojea y, si la sociedad lo respalda pero la ley no, cojea”, comenta Gaizka Villar, trabajador social en Aldarte. Aldarte es una asociación que trabaja en el ámbito de la diversidad sexual y de género desde 1994. Nació en un contexto donde eran los años 90, cuando hace años se había salido del franquismo y de la transición, cuando los movimientos feministas, de gays, lesbianas y trans empezaron a coger más relevancia y visibilidad en el País Vasco y España en general. “Se empieza a ver cómo dentro del movimiento feminista, las lesbianas necesitan también otro espacio, y las compañeras que participaron en estos movimientos feministas también participan en la creación del Movimiento Feminista Lesbiano”.
Según Gaizka, en sus años como asociación, se han encontrado con muchas personas con problemas para encontrar trabajo por pertenecer a la comunidad LGTBI, aunque también aclara que es cierto que muchas de las personas que van, es por otras diversas problemáticas, “que no han sido aceptados, han sufrido bullying, también el tema de la identidad trans les ha perjudicado, etc.”, pero que sí, es verdad que hay gente que tiene problemas a la hora de encontrar trabajo, aunque también saben que hay otra gente que por otras capacidades y otras historias está trabajando tranquilamente, “a gusto” desde hace mucho tiempo. Además, insiste, en que los tiempos no es solo que se vayan adaptando y tampoco es simplemente por la condición LGTBI, sino que influyen muchos factores como los de socialización, los de capacidades, los de estudios, etc. que en algún momento dado les han traído problemas a trans, gays y lesbianas consigo mismo, y que hacían que no tuvieran fuerza para hacer más cosas y, si en ese momento hubieran tenido a Aldarte, igual hubiera sido de otra manera.
Gaizka Villar, trabajador social en Aldarte
Fuente: elaboración propia
En la comunidad LGTBI las dificultades son dispares porque la condición LGTBI no es la única que tiene la persona, puede darse la índole de si ha tenido un entorno favorable o no, de si pertenece a una comunidad cultural determinada como la población gitana, porque personas gitanas LGTBI hay… Gaizka puntualiza que “en la comunidad vasca hay veces que también hay mucha LGTBIfobia interiorizada, en cuanto a puedes ser marica, blanco, de clase alta, pero si tienes pluma ya eres mariquita o si es bollera pues lo mismo. También el tema de la clase puede importar, porque puedes ser marica pero igual si vives en la calle o eres inmigrante pues igual no me quiero juntar”.
En el ámbito del empleo, ser una persona negra y perteneciente a la comunidad LGTBI incita más a la desigualdad y al rechazo porque ahí se interseccionan dos ámbitos, el racismo por el tema cultural y racial y ser LGTBI. Aldarte también trabaja para llegar a la justicia social donde cualquier persona por su creencia, ideología, raza, género, sexo pueda tener acceso tanto a sanidad, a educación, a vivienda o trabajo.
​
Para finalizar, el trabajador social resalta que “la verdad es que muchos de los derechos se han conseguido, pero todavía hay LGTBIfobia, todavía hay rechazo en algunos trabajos o en la sociedad, el bullying en centros escolares, el rechazo familiar o tu propia comunidad te rechaza por ser LGTBI y, entonces, mientras esos rechazos y prejuicios sigan existiendo, Aldarte seguirá existiendo para trabajar e intentar superar todo”.